Reflexión Hecha a Mano / Handmade Reflection

Hacer cosas a mano conlleva un trabajo mucho mas riguroso que el que tal vez realiza una maquina, por poner un ejemplo, la costurera que mide, hace su molde y corta, tiene mucho mas trabajo que quien aprieta un botón y sale la pieza ya cortada para ser cosida. 

Lamentablemente en Chile, el trabajo hecho a mano no se quiere pagar, recuerdo cuando hacía bandejas y adornos country, una vez una Doctora quiso comprar, a mi me costaba 6 mil pesos hacer una bandeja, a ella se la vendí en 8 mil pesos, mi ganancia era nada, y ella lo encontró demasiado caro, y remató con un "en tal tienda las bandejas valen 3 mil" me sentí pésimo y nunca mas volví a intentar vender lo que hacía.

Hoy hago galletas, y tomé la decisión de hacerlo mi negocio, fue difícil decidirlo pues se como piensa la mayoría, pero cuando alguien te dice "no hay que dejar de hacer, lo que hay que hacer" es cuando te das cuenta  que hay gente que va a valorar lo que haces y está dispuesta a pagar por ello.

Tengo la suerte de vivir con mis padres y vivir bien, por tanto no me es difícil esperar que mi negocio surja, y por eso escribo esto, para toda aquella gente que tiene la ilusión de tener el negocio propio, y por culpa de personas descriteriadas lo abandonan, porque no tienen mi suerte de no depender de ello.

No es extraño que personas encuentren caras mis galletas, y buscan las formas mas denigrantes para decirlo, hace poco una persona me preguntó el valor de las galletas, le di el precio y su respuesta fue "y sin el frasco?" Dándole todo el valor al envase y no a mi trabajo, lo hallé terrible, pero respondí de manera educada, pero da pena que por un segundo te hagan sentir que estás equivocada cobrando tanto y uno se cuestiona todo, hasta que aparecen clientes que de verdad aprecian lo que haces.

La gente suele tener un discurso en contra de los empresarios, pero son incapaces de darle una oportunidad a un artesano, porque es muy caro; Si yo usara margarinas, colorantes en polvo de 150 pesos, esencia de supermercado, lo mas probable es que el costo bajase tanto que podría vender mis galletas en cualquier lado, pero yo elegí entregar calidad en lo que hago, por ende, a mi me va a comprar alguien que se preocupa de lo mismo que yo, comer bien, sano y de calidad.

No es un trabajo fácil la repostería, requiere tiempo, experiencia, prolijidad, higiene, y un sin fin de cosas que podría nombrar, yo se que ustedes me entienden, y estoy segura que mas de alguna vez se cuestionaron si lo que cobraban era lo justo, estoy segura que si.